NO PERMITAS QUE TE ETIQUETEN

NO PERMITAS QUE TE ETIQUETEN


Desde que somos bebés, nos vemos afectados por una serie de etiquetas que nos ponen, por ejemplo, es un niño muy revoltoso, no para quieto.... Luego, cuando empezamos el colegio la cosa va a peor, porque ya en clase los profesores nos etiquetan con sus notas y diciéndonos que somos los vagos de la clase. Y eso lo estoy notando yo en mis hijos. Os cuento, tengo gemelos y en el colegio los separaron de clase. Pues la profesora de uno de ellos dice que es un niño muy revoltoso y que no trabaja. En sus notas indica que no se relaciona con los niños. En cambio el otro tiene unas notas visiblemente mejores y no indican nada de lo que dicen de su hermano. Cuando salimos del colegio, vemos como todos los niños (incluso los de otros cursos), saludan al primero de ellos y van por el camino jugando juntos, con lo cual me doy cuenta de que se le han atribuido unas etiquetas que no le corresponden.

A mí hace muchos años, me pasó algo parecido. Estaba a punto de presentarme a la selectividad y en la academia donde me estaba preparando, un profesor se sentó a hablar conmigo para decirme "ni lo intentes, tú no vales para estudiar, no serás capaz de sacar adelante ninguna carrera". Posiblemente por ello, por hacer caso a etiquetas inútiles, no cumplí uno de mis sueños, ser periodista.

Pero gracias a Dios me dí cuenta del error en el que había caído. Nadie puede etiquetarme, ya que si alguien pudo realizar sus sueños, ¿por qué yo no? Y dirán "tú no tienes las capacidades para llevar a cabo aquello que quieres hacer". Bien, pues a eso yo digo MENTIRA. Yo puedo, yo soy capaz, y eso es algo que quiero que quede claro en mis hijos. ¿Qué capacidad tenía aquel profesor para matar las ilusiones de una joven con una carrera por delante? ¿Por qué esa manía de etiquetar a los niños y a los jóvenes y acabar con sus sueños e ilusiones? Porque los sueños más hermosos y más reales son los que tenemos cuando somos niños. No se los cortemos.

No dejes que te etiqueten ni como el torpe, el feo, el antipático,... Da igual cuál sea la etiqueta que te pongan. Ignóralas y persigue tus sueños.